Luego de que a la niña de 16 meses, Poppy-Mai, se le detectó cáncer terminal, su padre, Andy Barnard, decidió cumplir con su palabra y darle la boda que le había prometido cuando la tuvo por primera vez entre sus brazos.
Según medios internacionales, todo era maravilloso en aquella familia, hasta que la pequeña comenzó a dejar de comer y beber.
Tras una evaluación médica desató la crisis, pues a la pequeña le detectaron cáncer en riñones y pulmones que ni la quimioterapia pudo evitar diseminar y que por caprichos del destino llegó a su cerebro, por lo cual la esperanza de vida era de unos pocos días.
Por ello, los padres llevaron a su hija a casa para cumplir lo que prometieron desde su nacimiento. Vestida con su traje de bautizo se hizo la ceremonia, que en lugar de tornarse en alegría, toda la familia se convirtió en mar de lágrimas.
La familia espera que con esta historia, las personas tomen conciencia de los tumores cerebrales en los niños.
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