INTERNACIONAL.- La mayoría de los rusos aprobó enmiendas a la constitución en una votación de una semana que concluyó el miércoles, permitiendo al presidente Vladimir Putin retener el poder hasta 2036, aunque las votaciones fueron mancilladas por amplios reportes de presiones sobre los votantes y otras irregularidades.
Con la mayoría de las urnas en el país ya cerradas y 15% de los precintos contados, 71% de los votos aprobaron los cambios, de acuerdo con funcionarios electorales.
Por primera vez en Rusia, los centros de votación se mantuvieron abiertos durante una semana para ayudar a reducir las multitudes en el día de los comicios y para impulsar la participación en plena pandemia del coronavirus, una provisión que los críticos del Kremlin vieron como otra forma de manipular la votación.
Una masiva campaña de propaganda estatal y el fracaso de la oposición para presentar un desafío coordinado ayudaron al resultado. Irónicamente, sin embargo, el plebiscito que busca consolidar su control podría terminar erosionando su posición por los métodos poco convencionales empleados para aumentar la participación y la dudosa base legal de la consulta.